Dune: El cazador-buscador

Paul, en su cama, fingia dormir. Le habia sido facil ocultar el somnifero del Doctor Yueh, haciendo como que se lo tragaba. Paul contuvo una risita. Incluso su madre habia creido que dormia. Habia sentido deseos de levantarse y pedirle permiso para explorar la casa, pero sabia que no se lo habria concedido. Las cosas estaban aun demasiado inseguras. No. Habia otro sistema mejor.

La atencion de Paul se dirigio a la tallada cabecera de la cama, que ocultaba los controles de la estancia. Era un pez volador tallado en madera, con oscuras olas bajo el. La habitacion parecia que habia sido diseñada para seducirle. La habitacion y aquel planeta…Una puerta se cerro en la otra habitacion. Paul oyo los pasos de su madre alejandose. Ahora era el momento de explorar. Paul se deslizo de la cama, y se detuvo al oir un ruido detras de el. Paul permanecio inmovil, y eso le salvo la vida. Del interior del cabezal surgio un pequeño cazador-buscador de no mas de cinco centimetros de largo. Paul lo reconocio inmediatamente…un arma asesina que todo niño de sangre real aprendia a conocer desde su mas tierna edad…

…Era una peligrosa aguja de metal, dirigida por un ojo y una mano que se hallaban en las inmediaciones. Se clavaba en la carne y se abria paso hasta el organo vital mas proximo. El cazador-buscador se alzo, giro por toda la estancia…Paul recordo lo que sabia sobre las limitaciones de ese arma: Por el debil campo de suspension, sin luz, el operador debia confiar en atacar todo lo que se moviese…Paul se sumia en una inmovilidad catatonica, sabiendo que solo su habilidad le salvaria…

…Debo apoderarme de el, debo sujetarlo bien fuerte. El objeto seguia moviendose, alzandose. De pronto, se oyo una ligera llamada y la puerta se abrio. El cazador-buscador paso sobre su cabeza lanzandose hacia el movimiento. La mano derecha de Paul salto al instante y aferro el objeto, que zumbo y se retorcio en su mano. Paul rompio la punta contra la pared, notando como el ojo se quebraba entre sus dedos. Paul levanto la mirada y vio impavida a la Shadout Mapes. -Vuestro padre me envia a buscaros -dijo ella- hay una escolta esperandoos en el vestibulo. Decia mientras miraba el objeto. -Me hubiera matado, no es asi?, pregunto. -Yo…yo era el blanco. -Habeis salvado mi vida. -He salvado nuestras dos vidas. -Nosotros los Fremen pagamos nuestras deudas. Sabemos que hay un traidor entre vosotros. Quizas su mano ha guiado esta cortador de carne.

«Dune», de Frank Herbert.

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