“Aturdido, Xavier siguio al Tercero Hondu Cregh al estrecho balcon, por encima de las calles del suburbio de Bandalong. Los dos avanzaron por barandillas, ayudandose de una cuerda para descender. Durante la noche, la zona prohibida de la ciudad era oscura y siniestra. -¿Vamos a entrar ahi?, pregunto a aquel veterano medio muerto. Es una zona de seguridad, esta prohibido pasar. -Hay maneras de entrar. Tengo que enseñarle algo si mi cuerpo puede aguantar el esfuerzo. Ademas, ya le avise que correriamos grave peligro…
En un callejon abarrotado situado en el exterior de un edificio del tamaño de un hangar, Cregh abrio una trampilla. En el interior de aquel edificio, el olor a productos quimicos y muerte era demasiado intenso, incluso para Xavier, que tenia el sentido del olfato muy debilitado. Pero lo que vio le hizo desear haber perdido tambien la vista. Las cama de confinamiento eran como ataudes equipados con aparatos de diagnostico y sistemas para mantener a aquellas figuras con vida bombeando liquidos en su interior. aquel lugar se extendia hasta donde alcanzaba la vista.
Miles de cuerpos yacian atrapados. Especimenes vivos. Algunos no eran mas que un troco cortado, o las extremidades, que se mantenian frescas mediante inyecciones de liquidos, simples retazos de humanidad diseccionada. Otros llevaban poco alli, y estaban atados mientras se les extraian los organos y miembros uno a uno para satisfacer los pedidos. Las verdaderas “granjas de organos”.
Xavier respiro hondo conteniendo un sollozo, sintio nauseas. Mientras notaba el sabor del aire, se pregunto si a el tambien lo habrian salvado mediante el sacrificio de alguna victima desconocida que habia proporcionado un par de pulmones sanos…Xavier queria morir, pero saco fuerzas de flaqueza y miro al horripilante superviviente.
-Pero, ¿como te capturaron los tlulaxa?. Pensabamos que tu y los otros colonos habiais muerto en Balut. -La Yipol del Gran Patriarca y una docena de naves tlulaxa llegaron de noche y bombardearon la ciudad. Despues usaron gases paralizantes y dejaron algunos robots recogidos ade algun campo de batalla. La Liga dio por sentado que habian sido las maquinas.”
“La Batalla de Corrin”, de Brian Herbert y Kevin J. Anderson.
No estamos muy lejos del ese tipo de mercado de organos no. Creo que en China se esta haciendo algo parecido. El dibujo muy chulo.:)